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El cambio de tamaño de Toblerone: lecciones de diseño, percepción y packaging en un mercado competitivo

El cambio de tamaño de Toblerone: lecciones de diseño, percepción y packaging en un mercado competitivo

En el mundo de los productos de consumo, el diseño y el tamaño del packaging pueden ser tan importantes como el producto en sí. Un claro ejemplo de esto es el caso de Toblerone, la icónica barra de chocolate suizo conocida por su forma triangular, que decidió en 2016 realizar un cambio en el tamaño y la disposición de sus barras. Este movimiento tenía como objetivo reducir costos en un contexto de creciente presión económica, pero lo que comenzó como una estrategia financiera terminó desatando una reacción inesperada por parte de los consumidores.

El cambio en el tamaño de Toblerone no solo afectó la percepción de la marca, sino que también resaltó la importancia de cómo el packaging – ya sean envases plásticos o de cualquier otro material – puede influir en las decisiones de compra, la lealtad del cliente y la competitividad en el mercado.

El cambio en el tamaño de Toblerone

En 2016, Toblerone decidió aumentar el espacio entre los triángulos característicos de su barra, lo que redujo el peso total del producto pero mantuvo el mismo tamaño de envase. Esta medida fue tomada para reducir costos debido al aumento en el precio de los ingredientes, una decisión que no es inusual en la industria alimentaria. Sin embargo, a pesar de la racionalidad detrás del cambio, los consumidores reaccionaron de manera negativa.

El diseño original de Toblerone era icónico y parte de la experiencia de consumo. La barra triangular no solo representaba el producto, sino también la marca suiza y su compromiso con la calidad. Al reducir el peso sin modificar el envase plástico exterior, la percepción fue que los consumidores estaban pagando lo mismo por menos, algo que dañó la confianza y la relación con la marca.

Este movimiento se convirtió rápidamente en un ejemplo de lo que sucede cuando las marcas subestiman el impacto del packaging en la percepción del valor. Ya sean envases plásticos o de cualquier otro material, los consumidores no solo evalúan el contenido, sino también el diseño y la experiencia que acompaña al producto.

La respuesta de los consumidores

La reacción pública fue inmediata y contundente. Los fieles consumidores de Toblerone criticaron abiertamente el cambio en redes sociales y en medios de comunicación. El descontento se centró en el hecho de que, aunque la barra parecía tener el mismo tamaño en su envase plástico tradicional, la disminución en el chocolate fue evidente con los triángulos más separados.

Este tipo de reacción muestra lo profundamente conectados que están los consumidores con sus productos favoritos, y cómo el packaging puede reforzar esa relación. En este caso, el envase plástico seguía siendo el mismo, pero el contenido interior ya no cumplía con las expectativas visuales y de valor de los consumidores.

La corrección: el regreso al formato original

En 2018, Toblerone tomó una decisión inteligente: volver al diseño original, reduciendo la separación entre los triángulos y lanzando una versión más cercana a la barra clásica. Este movimiento fue acompañado por una mejora en la percepción del producto, ya que los consumidores sintieron que la marca había escuchado sus quejas y estaba dispuesta a corregir su error.

El retorno al formato original fue recibido con una acogida mucho más positiva. Toblerone había aprendido una lección clave: el packaging no solo es una cuestión de diseño, sino también de confianza. A veces, los cambios que pueden parecer menores, como el tamaño o la disposición dentro de un envase plástico, pueden tener un impacto desproporcionado en cómo se percibe la marca.

El packaging como parte integral de la experiencia

Uno de los mayores aprendizajes de este caso es cómo el packaging puede influir de manera crucial en la experiencia de los consumidores. Toblerone siempre ha destacado no solo por su delicioso chocolate, sino también por la experiencia que ofrece su barra triangular. Este diseño, junto con su packaging – ya sean envases plásticos u otros materiales – crea una relación única entre el consumidor y el producto.

La lección que se puede extraer de este cambio de tamaño es clara: las marcas no deben subestimar el poder del diseño del envase. Los envases plásticos, por ejemplo, ofrecen la capacidad de proteger el producto y mantener su frescura, pero también tienen un papel fundamental en la comunicación visual y en la percepción del valor por parte de los consumidores.

En el caso de Toblerone, el envase plástico exterior continuaba siendo el mismo, pero el cambio en el tamaño del producto interior alteró la experiencia del consumidor de manera significativa. La consistencia entre lo que se ve en el exterior y lo que se encuentra en el interior es clave para generar una percepción positiva y mantener la confianza del consumidor.

Mantenerse relevante en un mercado competitivo

El mercado del chocolate es altamente competitivo, y las marcas necesitan constantemente innovar para mantenerse relevantes. Toblerone, a través de su diseño triangular y su packaging distintivo, ha sabido destacarse entre una multitud de opciones. Sin embargo, este caso demuestra que los cambios deben ser cuidadosamente considerados, especialmente cuando involucran ajustes en el tamaño y la forma del producto.

El éxito de Toblerone no solo depende de la calidad de su chocolate, sino también de la experiencia completa que ofrecen sus envases plásticos y su diseño icónico. La vuelta al formato original de la barra ayudó a la marca a recuperar parte de la confianza perdida y a reafirmarse como una opción única y especial dentro del mercado de los chocolates.

Conclusión: el poder del packaging y el tamaño

El cambio de tamaño de Toblerone es un recordatorio de cómo cada detalle en el packaging, desde el tamaño del producto hasta la disposición dentro del envase plástico, puede afectar la percepción de una marca. En un mundo donde los consumidores tienen cada vez más opciones y las expectativas son más altas, las marcas deben ser conscientes de que cualquier modificación en el diseño, por pequeña que sea, puede tener un impacto significativo en la relación con el cliente.

Para Toblerone, la corrección del cambio de tamaño fue un paso necesario para recuperar la confianza de sus consumidores y volver a posicionarse como un chocolate premium. A través de este proceso, la marca ha demostrado que, ya sea en envases plásticos o de cualquier otro tipo, el packaging no es solo una herramienta para contener el producto, sino una parte fundamental de la identidad de la marca y de la experiencia del consumidor.

Este caso subraya la importancia de mantener la coherencia entre lo que el packaging promete y lo que el consumidor recibe. En un mercado competitivo, las marcas que logran balancear innovación y tradición en su packaging – como Toblerone lo hizo al volver a su diseño original – son las que logran mantenerse relevantes y exitosas a largo plazo.

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